viernes, 30 de diciembre de 2016

2016 Un año de cambios!

Quiero hablarles del mundo y sus oportunidades, oportunidades que son imposibles de ver, si te niegas a tomar decisiones.

 1. Recibí el 2016 sacando las maletas con mi mejor amiga Mercedes Herrera, (Tradición venezolana, que se realiza al sonar las doce campanadas del fin de año) y, ante la expectación de los vecinos, paseamos las maletas por toda Altamira, risas y más risas marcaron la llegada del nuevo año. La decisión estaba tomada, ese año dejaría atrás muchas cosas, muchos recuerdos, lo bueno y lo malo. Era hora de dejar ir, si, dejar ir sin preguntar, dejar, y avanzar.

 2. El 19 de febrero me embarque a Buenos Aires, con un propósito muy claro, ir detrás de mis metas, metas que nunca encajaron en Venezuela, ni en su situación político – social. Metas con rumbo, acentos e idiomas diferentes.

 3. De Argentina sabía muy poco, tal vez algo de Evita Perón, tal vez algo de Gardel y el tango, tal vez algo de Macri y su nuevo gobierno, tal vez, hay muchos tal vez en los sueños de un inmigrante...

4. Descubrí un País hermoso, con gente amable y siempre dispuesta a colaborar.

5. Pero no todo en la vida es soplar y hacer botella, tengo que decirles, también, me pasaron cosas no tan agradables, situaciones complejas que pondrían a prueba mi perseverancia, y mi capacidad para estar de pie, ¿dudas?, claro, ¿miedo? si, mucho, ¿decepciones? bastantes, algunas innecesarias, la verdad, pero de todo aprendí, aprendí del miedo, de las dudas y de las decepciones. Uno es un compendio de sentimientos, y no hay porque negarlos. Uno es, en la medida que se reconoce con sus virtudes y debilidades.

 6. Seguir caminando, implica constancia y sacrificio, ¿Qué estás dispuesto a dar, para alcanzar tu objetivo?.

 7. Al cuarto mes reinaron las dudas y el cuestionamiento, había tomado la decisión correcta, no lo sabía, y cómo saberlo, debía y tenía que vivirlo.

 8. ¿Puedo?, ¿Será posible?, interrogantes que me llevaron a la cama, durante los tres meses siguientes.

 9. La esperanza surgía todos los días, frente a mi ordenador, había una necesidad de buscar algo en lo que podría ser bueno, algo para lo que había estudiado, y si, argumentarlo con esa misma seguridad que te tramiten tus títulos “académicos”. Pero no, no es como uno quiere, bastaron algunas caídas, para darme cuenta, que debía ofrecer algo más que esos documentos en pergamino que me otorgaron las universidades, en donde estudie en Venezuela.

 10. Hay muchos algos, para lo que uno descubre que es bueno, cuando sales de tu zona de confort, y créeme, nadie sale de su zona de confort, sin haber pasado una crisis previa.

 11. Pronto llegaron momentos de angustia, de no saber qué hacer, o peor aún, de no entender que estaba haciendo aquí. La primera lección era evidente, debía cultivar la paciencia.

 12. Los días avanzaban, pues, el mundo no se detiene a esperarte.

 13. Comenzando el invierno me mude, y maleteé por toda la ciudad. Allá iba, era mi maleta y mis sueños. En el bolsillo izquierdo de mi pantalón unos cuantos dólares... dólares que cada vez era menos. Una imagen tétrica que me confronto con mi proyecto de vida.

 14. Para un hombre planificado, la confrontación de su proyecto, suele ser muy amarga.

 15. Decidí comenzar un nuevo ciclo, ahora, tenía una nueva casa. Ese día tome una ducha de casi dos horas, había llegado el momento de re-inventarme, no podía seguir cuestionándome, debía dar el siguiente paso, y para mi, no era otro que direccionar mis objetivos.

 16. Al mes siguiente comencé el proceso de entrevistas más largo de mi carrera profesional, estaba emocionado, amaba el cargo y desde el momento en que lo vi, no hice otra cosa, más que imaginar, lo bueno que podría ser , estando en ese cargo de RSE. Yo lo quería, y había una parte de mi, que internamente asumía que ya lo tenía. Iba y venía todo en mi mente.

 17. Los días continuaron pasando y no tenía respuesta de aquellas entrevistas, y si, lo admito, me deprimí, una semana, si, una semana y no más, una semana para dormir más de lo normal.

 ... No hay permiso para que la depresión dure más de una semana...

 18. Así que me levante, y decidí salir a entregar curriculums en cualquier restaurante o bar de la ciudad, ¿Qué difícil podría ser mozo? (mesonero). No lo sabía, así que lo intente.

... El dinero cada vez era menos...

 19. Me llamaron ese mismo día, y a las 6 de la tarde estaba sirviendo mesas en un bar de Palermo, esa noche trabajé como nunca, mis compañeros de trabajo eran colombianos, cubanos, dominicanos y gente del interior de la Argentina.

 20. El segundo día fue más intenso todavía, rompí tres botellas, un vaso, y olvide cobrarle a un cliente, y que creen que paso, y sí, me botaron de la manera más amable que me han podido despedir.

 .... Aquí, entre confesiones, les digo, que nunca más, me iré de un bar sin dejar propina, ese día entendí mi segunda lección, aprendí sobre la humildad, y sobre el valor del esfuerzo y el trabajo del otro...

 21. Durante el camino a mi casa, en la madrugada, me atacaron las dudas y el miedo. ¿Estaba en lo correcto?, ¿Había tomado la decisión adecuada?, ¿Qué tan difícil era haber llevado la bandeja correctamente?. ...y si boludo, tiene su técnica.

 22. El celular sonó a las 8:00am, me llamaron para indicarme que tenía la última entrevista del proceso de selección, y, que me entrevistarían vía telefónica desde Brasil. -En la semana me estaré comunicando con vos - Apunto la chica del proceso de selección.

 23. Entre dormido y despierto, salte de emoción y en 5 minutos volvió a sonar el celular. -Usted tiene tiempo Sr. James, queremos saber si es posible que usted tome la entrevista en 10 minutos.-

 24. Me levante de un golpe y salí a la sala de mi casa, recuerdo ese día tal cual, no me lave los dientes y estaba sentado en el sofá en interiores, mientras mi amiga Paola comía para irse a su trabajo. -Todo va a salir bien James, cálmate, confía en ti ...- Me dijo mi amiga, antes de marcharse. 

25. Sonó el teléfono y tuve mi entrevista…

 26. Durante el día estuve analizando cada una de mis respuestas, había sido un proceso muy largo, y de verdad quería quedarme con ese cargo.

27. A las 3 de la tarde me llamaron otra vez, - James usted es la persona seleccionada para ese cargo. – De verdad- (Emocionado) -Si, la empresa quiere avanzar con vos.

 28. Estaba frente a mi tercera lección; Creer en mí mismo. La confianza es vital, cuando estás frente al mundo, con tus metas en una maleta, esperando a ser desempacadas. ... En una sola semana me pasaron más cosas que en 7 meses seguidos, pasé de limpiar una mesa a trabajar en una multinacional.

 29. Hoy estoy haciendo lo que me gusta y me apasiona, hoy sigo construyendo mi camino, hoy sé que uno es quien decide su destino.

 30. No sé qué me depara el 2017, pero si me preguntas, te respondería: -Quiero seguir soñando, quiero seguir haciendo, quiero crecer y dar, dar lo mejor que tengo- .

 31. Tengo muchas cosas por aprender... y estoy dispuesto a hacerlo. ...

Gracias a mi a familia y a mis amigos, hoy avanzamos a un nuevo año. 

James Capafho López 

 #UnTipoFeliz 

 Wir waren geboren um zu leben, mit den Wundern jener Zeit.




miércoles, 29 de junio de 2016

El ser humano, no te garantiza ser gente.

Triste que nos topemos con algunas personas que se destacan en hacernos entender, a "lo apretao", lo negativo que nos dejan... No hemos terminado de pasar la resaca migratoria cuando tenemos que lidiar con personas que alguna vez estuvieron en la misma situación que uno, pero que parece sufrieron de olvido selectivo... Más triste es aún que esas personas sean venezolanas, y yo me pregunto, por qué creen que son distintos?.

Veo con horror grupos pequeños de venezolanos, dispersos geográfica y mentalmente, y no puedo dejar de comparar el hecho del por qué salimos de nuestro país... Y es tan sencilla la respuesta...pero, es muy triste darme cuenta que afloran esas mismas razones cuando te topas con venezolanos que "no son gente"... Si, afloran las mismas razones, es decir, provoca alejarse de ellos, y de hecho, se hace, se crea la división, y no hay, no existe, la tolerancia...y saben que? eso mismo dejamos allá en NUESTRO país...

Deberíamos ser más allá de gobiernos, raza, religión, tendencia sexual, color...deberíamos ser más allá de una visa, un permiso de residencia, una nueva nacionalidad, una legalidad, un estatus migratorio, los "papeles"... deberíamos.

Venezolanos que llegaron mucho antes que nosotros a nuestros destinos actuales, que miran por encima del hombro al que está llegando, sólo porque ya sus razones nos son las mismas o cambiaron o ya "se establecieron".

A esos venezolanos, mi mensaje: críticas al régimen...pero fuera de esas fronteras te comportas igual que el tirano que criticas y del que huiste. Lamentablemente la situación en nuestro país no va a cambiar mientras existan venezolanos como tú. Venezolanos que decidieron formar parte del grupo del viernes en la noche o barbacoa para conocer al nuevo venezolano y solo van a estrechar una mano, más no a tenderla.

Es triste que tengamos que lidiar con gente cuadriculada, pero no de política.

Es triste que lo cortes, la amabilidad, lo pana, que debería caracterizar a esos venezolanos afuera, sencillamente ya no existe.

A esos venezolanos y cualquier otro extranjero, que se topa con sus nacionales fuera, les digo que no por haber nacido humanos son gente.

Señores, hay que ser gente...aquí, o allá, en la China o en Venezuela. Debemos estar siempre prestos a ayudar al más necesitado, y esa ayuda, no necesariamente es monetaria.Debemos estar conscientes de qué podemos hacer para ayudar al prójimo, en nuestros nuevos lugares, visitar hospitales, refugios, iglesias, compartir nuestras propias experiencias, movernos, preguntar, indagar, hasta con el vecino próximo. Buscar la excusa para el si... Ese debe ser nuestro lema... BUSCAR LA EXCUSA PARA EL SI...

Debemos enseñar a los que mal llevan el nombre de Venezuela, que ellos no nos representan y definitivamente no son indicador de cómo somos el resto... Debemos enseñar, poner nuestro grano de arena...no pensar que es poco, porque lo poco no sabemos cuán mucho representa a otra persona.

Pongamos esos valores que nos caracterizan como venezolanos en alto... Al final no lo haces por ti mismo, al final lo haces porque donde vayas, donde vivas, te caigas, te levantes, regreses, no regreses, donde estés, eres gente y la gente no cuenta los favores que ha hecho...solo los hace.

Seamos esa parte positiva que queremos conseguir en los demás...no importa la nacionalidad, una sonrisa, esa mano amiga..

Necesitamos más gente humana!

#JuntosSumamos
Roni Gisela Salazar



sábado, 11 de junio de 2016

Y llegó el día...

Y llegó el día... Día en el que gracias a la gestión de este gobierno y a las personas que lo apoyan me separo de lo que más amo en esta vida, mi familia, mis amigos y mi país, en el que ya es inhumano e insostenible todo lo que estamos viviendo, porque ni lo más básico tenemos que es una buena alimentación y el derecho a la salud, sin nombrar la inseguridad y la pésima economía.

Me da mucha tristeza ver como personas que dicen amar a la patria están a favor de las personas que destruyen día a día a su llamada patria y amen más a un mal llamado "comandante eterno" que a su país y a sus hermanos, porque el que quiera a Venezuela no puede estar de acuerdo con todo lo que estamos viviendo y ver como cada día estamos más pobres. 

Quiero seguir con el ejemplo que me dieron mis padres de tener una vivienda con esfuerzo propio, quiero poder ir al supermercado como cuando era niña y divertirme llenando 1 o 2 carritos con lo que quería y me provocaba y no comprar "lo que haya" haciendo largas colas y el día que me toca, no quiero que mi mamá pase horas en cola, quiero saber que si me enfermo voy a poder conseguir los medicamentos que necesito, quiero salir a las calles sin miedo, quiero que mis hermanos vivan una mejor juventud, quiero calidad de vida para mis padres, quiero tener hijos y que convivan con sus abuelos tíos y primos, no quiero más familias separadas ni amistades cyberneticas, quiero que haya justicia, quiero que en mi país haya la mejor educación del mundo, quiero cosas que sencillamente son posibles en un país normal, sueño con la Venezuela en la que nací y viví mi infancia. 

Venezuela he luchado muchísimo por ti, más de la mitad de mi vida pero también tengo que luchar por mi, pero la lucha sigue porque mi familia sigue contigo. Se que pronto saldremos de esto y te aseguro que me verás volver...

‪#‎Conelcorazónenpedacitos‬

Greisly Suárez

lunes, 6 de junio de 2016

Desde aquí.

El año pasado, cuando realizaba un recorrido en el Ávila tuve la oportunidad de conocer a James Capafho. Ese día yo había realizado un largo recorrido con un grupo de excursionistas, algunos decidieron bajar por Lagunazo y así llegar al teleférico, mientras que otros decidimos hacerlo por Sabas Nieves. Ese día yo, imprudentemente, decidí adelantarme al grupo, sabía que eran muy rápidos y en bajada no tardarían en alcanzarme, pero no fue así. Una persona venía lesionada y esto los retraso, mientras yo me iba aproximando a la parte boscosa, previa a “No te apures” y la tarde comenzaba a caer. En algún momento sentí miedo, imaginaba que alguien saldría de un matorral y me atacaría. Considere quedarme sentada en una piedra a esperar al resto del grupo, pero si estos por alguna razón habían cambiado de opinión y tomaron la otra ruta, si había ocurrido algún accidente y tardaban horas en pasar. Me quedaba al menos una hora de luz, así que decidí continuar. No tarde en escuchar unas voces, dos jóvenes más adelante iban conversando y se detenían un momento a tomar agua. Pensé, no me voy a salvar de que me atraquen. Trate de ir lento para no juntarme con ellos, mientras estos ni se enteraban que había alguien observándolos. A ese paso solo me quedaban tres opciones, detenerme por completo era una de ellas, pero eso ya estaba descartado. Las otras dos opciones eran, adelantarlos lo cual les daría ventaja y me pondría más nerviosa o acercarme a ellos. Pensé, tarde o temprano se darán cuenta de que estoy aquí, así que decidí acercarme un poco y escuchar su conversación. Creo que ninguno de los dos noto mi presencia hasta que intervine en la conversación.

Ese día tuve una de las conversaciones más placenteras que he tenido. James y su amigo regresaban de conocer el Pico Oriental, una de las cosas que él se había propuesto hacer antes de irse a vivir a otro País. Me conto que tenía una lista de cosas que se proponía realizar y que además deseaba hacerlo acompañado de sus amigos. La conversación tuvo varios matices, todos los que pueden surgir en aproximadamente dos o tres horas de camino. A qué nos dedicábamos, la Gran Sabana, El Ávila, literatura, cine, modos de vidas, fueron muchas cosas en esas horas. En algún punto les confesé mis pensamientos previos a unirme a ellos en el camino y todos reímos cuando les dije qué fue lo que finalmente me tranquilizo. Al inicio de la conversación, el amigo de  James voltio y sonrió, y al ver sus dientes con aparatos me sentí tranquila, pensé, no son atracadores. Mi razonamiento es completamente infundado, absurdo, loco, pero es una muestra de las cosas que pueden pasarnos por la cabeza cuando estamos asustados.

Esa fue la única vez que vi a estos jóvenes, pero esa experiencia me dejo marcada. Quede impresiona de cómo a pesar de su juventud eran interesados en la buena lectura y el buen cine, al punto de poder establecer una nutrida conversación con cualquier persona mucho mayor que ellos. Me impresiono también la determinación de James y la manera en que decidió asumir su despedida, lo que me recordó lo importante que es nuestra actitud ante las situaciones que vivimos. Ya bastante duro es tomar una decisión de esa magnitud, bastante complejo todo lo que la rodea, entonces por qué hacer más negativa aún esa experiencia. Seguramente no hay manera de ahorrarse el dolor, pero por qué dejar que este nos robe los momentos hermosos que aún podemos tener.

Hace poco fui invitada a participar en este blog y me pregunte en el por qué de la invitación. Yo aún estoy aquí y por lo pronto no está en mis planes moverme a otro País. Me di una vuelta por el blog, leí todas las publicaciones que hay hasta ahora y pensé, todos los venezolanos tenemos un escritor por dentro, o serán las emociones las que hacen que este salga a flote, luego recordé una reflexión que con frecuencia me viene a la mente: “se está marchando gente brillante”.

Es domingo, Salí a correr un rato y varias preguntas me rondan en la cabeza ¿qué puedo aportar? ¿Por qué me hacen esta invitación? ¿Qué está viendo él que yo no estoy viendo? Corro hacia la Av. Bolívar, voy por un lado de la Plaza Diego Ibarra, un poco más adelante, después del pasaje Zingg, en una esquina alta hay un viejo Hotel o tal vez hoy en día sea una pensión. Su arquitectura es simple, pero muy diferente a la de la zona, me deleito viéndolo y me prometo regresar a tomar una fotografía mientras continuo mi camino.  Disfruto tanto a Caracas, que muchos no lo pueden comprender. La camino, la corro, la escribo, la fotografío, la vivo… es algo que no sé explicar.

Hace unas semanas un amigo que vive en el interior me hizo una propuesta de trabajo fuera de la Ciudad. Ni siquiera la considere. No fui capaz de explicarle mis razones, explicarle por qué sí aceptaría trabajar fuera del País, pero no en otra Ciudad de Venezuela. Por más que pensé no pude, entonces el me dijo: Está bien, piensa en cuáles son las razones y cuando las tengas me las explicas, porque no puedo entender por qué quieres vivir en este caos.

Mi amigo es extranjero, vive en Venezuela desde hace más de veinte años y ha hecho de este País el suyo, pero nunca ha vivido en Caracas, siempre ha vivido en el interior. Tal vez por eso no me entienda, el problema es qué yo tampoco comprendo por qué quiero vivir en este caos y sobre todo cómo puedo lograrlo de la forma en que lo hago, pero esto último tal vez se me haga más fácil de explicar.

A mí me afectan los mismos males que al resto de los venezolanos, pero me he propuesto no dejarme arrastrar en la miseria de esos males. Las colas que hago, son las de la caja para pagar, continuo comprando en los mismos lugares en los que solía comprar y no les mentiré, el dinero me dura menos y la nevera cada vez está más vacía. Mis paranoias por la inseguridad siguen en aumento, en algunos momentos estas ganan terreno, pero cuando están a punto de sobrepasarme me sacudo, hago los cambios necesarios y retomo mi forma de vida. Me ambiento musicalmente el camino mientras ando en la calle, un audífono en una oreja y la otra queda libre. Me sumerjo en un libro mientras voy en el bus o en el Metro. Comparto con buenos amigos. Vivo la naturaleza, la fotografía y escribo. Cada cierto tiempo me camino Caracas de punta a punta. Los más allegados siempre me observan como si vivo en otro planeta y yo me siento como en un mundo paralelo, pero lejos de lo que muchos creen, mi perspectiva de la situación es quizás más realista y equilibrada que la de muchos, pero me niego a que esta me arrastre al fondo de una depresión; la anterior no es más que la forma que he encontrado para impedirlo.

Tratar de ver cosas buenas, positivas y bonitas no significa que cerramos los ojos a nuestra realidad, significa que no permitimos que esa realidad nos robe las cosas hermosas de la vida.

Fue así, como mientras corría hacia los Próceres, logre responder mis preguntas y darme cuente que sí hay cosas que puedo aportar a este lugar.

Nota: Este texto no pretende desestimar de ninguna manera las razones por las que muchas personas se han ido a vivir a otros países, especialmente porque en muchos de estos casos las razones son sumamente dolorosas. Por mi parte estas personas no tienen más que mi respeto, se requiere de mucho valor (guaramos) para tomar una decisión como esa y siento que se me parte el corazón cada vez que me entero de que alguien se va, sin importar que tanto conozca a la persona.

Natalí Robles

#DesdeAquí #JuntosSumamos




sábado, 14 de mayo de 2016

Tic Tac...

Dicen, y en muchos casos es cierto, que los dolores físicos se ponen intensos en los momentos menos oportunos, como cuando se decide dormir por ejemplo; el dolor que causa la nostalgia y la tristeza no escapa de esta teoría, y es que justo cuando termina nuestro día, la nostalgia y la tristeza surgen de nuestro interior, donde se mantienen guardadas, y, como si tuviesen vida propia, deciden acompañarnos y colaborar con nuestro insomnio...

Y es cuando pensamos en las personas que dejamos en nuestro país, y es, cuando nos da por recordar y nos llenamos de preguntas que muchas veces no tienen respuestas.

Les ha pasado que deciden llamar por teléfono y zaz, aparece la tan desagradable "diferencia de horarios"? A mi si, y es que no es sencillo tener que lidiar con todo el reto que implica empezar en un nuevo lugar, para que se le sume ese detallito que pues, no colabora.

Recientemente el régimen quitó la fulana media hora que nos diferenciaba del resto de los países del mundo...pero, en mi caso sigo estando a 6 horas de diferencia, es decir, que no es que me ayude mucho.

Frustración mezclada con practicidad obligada...porque no queda de otra que adaptarse, y es que en nuestra situación el verbo adaptar se vuelve una constante, que ligan muchas veces con el éxito que nos depara...

Adaptarse...

#JuntosSumamos
Roni Gisela Salazar

miércoles, 11 de mayo de 2016

Que te puedo decir, si yo acabo de llegar...

Hoy me preguntaron; -Che y en Venezuela aún exportan petróleo?- La pregunta me tomo por sorpresa, sonreí y respondí - No, ahora se exportan venezolanos... - (silencio incomodo). 

30 días... Un primer mes que me deja nuevos amigos. Un mes para re-descubrir al venezolano que se encuentra lejos. Gente solidaria que se reconocen en el acento - Ah, yo también soy venezolano, si necesitas algo me escribes mi pana, aquí estamos para ayudarnos.- Nunca pensé escuchar tantas veces la misma frase. Hoy puedo decir desde este lado de la acera, que un país es más que un pedazo de tierra carcomido por la corrupción y la miseria. 


Un país, o por lo menos mi país, es su gente, y es la gente que está allá y la gente que está acá. La identidad no se pierde con los sellos del pasaporte. 

Somos venezolanos, somos país, porque somos su gente. - Pero Che, que te puedo decir, si yo acabo de llegar.

James
(Escrito el 19/03/2016)
#Venezuela #Argentina #JuntosSumamos #UnTipoFeliz


viernes, 6 de mayo de 2016

Mi antes y después...

¿Cómo dar un abrazo sin estar seguros de cuando será el próximo? ¿Cómo puedes mantener una sonrisa de "todo va a estar bien", si estás rota por dentro? ¿Cómo te despides de dos seres que son todo para ti, y tu, todo para ellos?

He vivido dos veces el antes y después de Maiquetía,  y es que un noviembre, un distinto noviembre de hace poco más de dos años tuve que despedir a mis niños, con el corazón arrugado, estrujado, lleno y vacío al mismo tiempo, lleno de miedos en todos sus matices e intensidades y vacío, de ese calor que sólo ellos saben poner allí... 

La otra linea la crucé hace unas tres semanas, fue a mi esta vez a la que veían con sonrisas de "todo va a estar bien", fue a mi a la que colmaron de bendiciones y un sinfín de positivismo que aturde en el cerebro y duele en el corazón...

Las dos situaciones tienen un mismo origen, una misma razón, y no es otra que (trillada frase) "la situación del país", y si, trillada y todo, esa es la razón, con palabras más, palabras menos, que ha movilizado más venezolanos que en cualquier época o momento.

Yo particularmente me siento como en un limbo migratorio, no estoy aquí del todo, pero tampoco estoy en Alemania, y tampoco en Venezuela, me ha costado caer en cuenta que no estoy de vacaciones y que ya no puedo ir por allí comprando un globo de brillos que dice Madrid para mi mamá o los chocolates favoritos de mi mejor amigo, ya no es andar unas cuantas calles hasta llegar a la casa de tu amiga...ahora todo eso se ve suplantando por edificios extraños con una arquitectura que se nos hacen bonitas pero raras...y es que hasta ir al súper implica un doble sentir, plenitud por poder comprar lo que se desee y tristeza porque los que dejamos atrás, allá, en nuestro país, no tienen la misma suerte.

Dejar nuestro país requiere de mucho, sobretodo cosas que no se pueden meter en una maleta; cada quien en el destino escogido ya es su propio héroe, aunque no estemos seguros de qué nos deparará nuestro nuevo lugar, aunque aun existen noches donde primero llega el miedo que el sueño, aunque hayan días llenos de ansiedad, ya somos nuestros propios héroes...


 Roni Gisela Salazar